**La triste vida y la trágica muerte de Rubby Pérez**
La música llora la pérdida de Rubby Pérez, un ícono del merengue, que falleció el 27 de abril de 2024 a los 68 años, víctima de un paro cardíaco. Su muerte, inesperada y silenciosa, dejó un vacío en el corazón de sus seguidores y una profunda reflexión sobre el precio del éxito en la industria musical.
Nacido en Santo Domingo en 1956, Rubby superó adversidades desde su infancia, incluyendo un grave accidente automovilístico que le dejó secuelas físicas. Sin embargo, esto no detuvo su pasión por la música, convirtiéndose en la voz principal de la orquesta de Wilfrido Vargas, donde alcanzó la fama internacional. Sus éxitos resonaron en toda América Latina, pero detrás de la brillantez del escenario, Rubby luchó con dolores ocultos y una presión constante que lo llevó a un agotamiento silencioso.
A pesar de su éxito, Rubby enfrentó el desprecio de una industria que a menudo olvida a sus veteranos. En sus últimos años, se retiró de los medios, buscando paz y tiempo para cuidar su salud, pero su voz nunca dejó de resonar en los corazones de quienes lo admiraban. En sus últimas entrevistas, expresó su cansancio por la superficialidad del mundo musical actual y su deseo de que la música volviera a ser un arte hecho con el corazón.
La noticia de su partida provocó una ola de tributo inmediato, con fanáticos congregándose frente a su hogar en Santo Domingo, dejando flores y mensajes de agradecimiento por su legado. La ceremonia de despedida, sencilla pero emotiva, reunió a músicos, amigos y admiradores que recordaron a Rubby no solo como un artista, sino como un ser humano que tocó vidas con su voz y su autenticidad. Su legado perdurará, recordándonos la importancia de la música hecha con alma.