¡ESCÁNDALO EN COLOMBIA! En un giro inesperado, Gustavo Petro humilló públicamente a su canciller Laura Sarabia durante una reunión, dejando al país en shock. Este incidente explosivo se produjo tras la felicitación de Sarabia al presidente electo de Ecuador, Daniel Noboa, lo que provocó la furia del mandatario colombiano, quien exigió una revisión de las actas electorales, desautorizando así a su propia funcionaria en un acto de desdén total.
La tensión comenzó cuando Sarabia, en un intento por fortalecer la relación bilateral, emitió un mensaje en redes sociales congratulando a Noboa por su victoria. Sin embargo, mientras ella expresaba su apoyo, Petro guardaba silencio, lo que generó especulaciones sobre su postura. Dos días después, el presidente rompió su silencio, pero no para respaldar a Sarabia, sino para desmentirla de forma contundente, sugiriendo que las elecciones en Ecuador estaban plagadas de irregularidades similares a las de Venezuela.
Petro, en un hilo de Twitter, expuso su preocupación por la “militarización” de los centros de votación y la detención de opositores, exigiendo la entrega de las actas para su verificación. Este desplante ha desatado un torbellino de críticas y ha puesto en evidencia las fracturas dentro del gobierno colombiano, revelando una alarmante falta de comunicación entre Petro y su canciller.
Las preguntas son inevitables: ¿Por qué Petro se distancia públicamente de su canciller? ¿Qué implicaciones tendrá esto en las relaciones diplomáticas entre Colombia y Ecuador? Mientras el país observa con atención, la situación se vuelve cada vez más tensa. La oposición no tarda en señalar la creciente desconexión entre el presidente y su equipo, y el futuro de la política exterior colombiana pende de un hilo. Este escándalo no solo redefine la dinámica interna del gobierno, sino que también podría marcar un antes y un después en las relaciones regionales. ¡Estén atentos, porque esto apenas comienza!