**Urgente: La lucha por justicia en el caso de Servando Salazar se intensifica**
La comunidad de Tijuana está en pie de guerra tras la desaparición de Servando Salazar, un trabajador que fue presuntamente agredido y cuyo cuerpo ha sido reportado como disuelto en ácido. La fiscalía local enfrenta crecientes críticas por su inacción y la falta de respuestas contundentes en este caso que ha conmocionado a la sociedad. La esposa de Servando, Wendy Bravo, clama desesperadamente por justicia mientras la burocracia judicial parece obstaculizar el avance de la investigación.
Desde el 23 de agosto, cuando Servando fue visto por última vez tras una reunión con sus superiores en la empresa Prime Whel, su familia ha estado sumida en la angustia. La fiscalía ha vinculado a algunos sospechosos a proceso, pero la falta de claridad y la demora en los procedimientos legales han generado un ambiente de impotencia y frustración. La comunidad exige respuestas: ¿Quién dio la orden para desaparecer a Servando? Los rumores apuntan a que la implicación de alguien de mayor rango en la empresa podría ser la clave para entender este oscuro suceso.
La situación se complica aún más, ya que la falta de un cuerpo tangible dificulta la imputación de cargos graves. Sin pruebas físicas, los responsables podrían enfrentar penas mínimas, lo que enciende aún más la indignación popular. La fiscalía de Tijuana, bajo presión, debe actuar con rapidez y transparencia para restaurar la confianza pública y asegurar que se haga justicia.
Los ciudadanos están convocados a unirse en este reclamo por justicia. La voz de la comunidad es vital para que se escuche el clamor de Wendy Bravo y su familia. La lucha por Servando Salazar no es solo por un hombre, sino por todos aquellos que han sido víctimas de la impunidad. La justicia no puede esperar.