Una antigua enfermera real ha realizado una revelación explosiva que podría sacudir los cimientos de la monarquía británica: la princesa Diana, icono de la realeza, habría dado a luz en secreto a un hijo no reconocido, un hecho que el Palacio ha mantenido oculto durante décadas. La enfermera, cuya identidad se mantiene en secreto por razones de seguridad, afirma que este niño, nacido a principios de 1984, nunca fue registrado ni reconocido, y su existencia ha sido cuidadosamente borrada de la historia oficial.
Según su testimonio, Diana sufrió en silencio, atrapada en un matrimonio fallido y rodeada de un entorno que priorizaba la imagen de la corona sobre su bienestar personal. La enfermera revela que el nacimiento tuvo lugar en una remota finca escocesa, lejos del bullicio de Londres, y que el bebé fue llevado inmediatamente después de nacer, con un plan de adopción ya establecido para proteger la línea de sucesión real. “Hubo otro bebé”, afirma la enfermera, desatando una ola de interrogantes sobre la vida privada de la princesa y las decisiones drásticas tomadas por la familia real.
Este escándalo, que podría ser el más devastador en la historia moderna de la monarquía, plantea preguntas inquietantes: ¿Dónde está ahora este hijo oculto de Diana? ¿Qué sabe sobre su verdadera herencia? Mientras la familia real intenta mantener su imagen intacta, la verdad sobre el dolor que sufrió Diana podría finalmente salir a la luz. La enfermera, enferma y cercana al final de su vida, ha decidido romper su silencio, impulsada por el deseo de justicia y la necesidad de que el mundo conozca la verdad. La revelación de este secreto podría cambiar para siempre la percepción pública de la monarquía británica.