El presidente Gustavo Petro se desata contra el Consejo de Estado en Colombia, expresando su profundo descontento tras el fallo que frena la consulta popular. En un mensaje contundente a través de la red social X, Petro afirmó que, aunque acata la decisión, se siente “irrespetado” y procederá a interponer los recursos legales necesarios. Este pronunciamiento llega en un momento crítico, donde el futuro de la consulta popular y, potencialmente, de la Asamblea Nacional Constituyente, se encuentra en juego.
La medida cautelar del Consejo de Estado, que paraliza el proceso sin discutir los argumentos del presidente, ha generado una ola de reacciones y especulaciones sobre las implicaciones legales para los ministros que firmaron el decreto de la consulta. Petro advirtió que, si se declara la nulidad del decreto, se cuestionaría la legitimidad de la Constitución de 1991, lo que podría tener repercusiones devastadoras para el marco jurídico del país.
Mientras el gobierno se prepara para enfrentar esta crisis, algunos analistas sugieren que el capítulo de la consulta popular podría estar cerrado, dejando al gobierno en una posición vulnerable. Sin embargo, Petro ha mostrado su determinación de no rendirse y de utilizar su influencia popular para seguir presionando en el Congreso. La incertidumbre reina sobre el futuro político de Colombia, y la atención se centra ahora en cómo el gobierno responderá a este revés judicial.
El ambiente se caldea, y la pregunta que todos se hacen es: ¿podrá Petro recuperar el terreno perdido y llevar a cabo su agenda? La respuesta podría definir no solo su mandato, sino también el rumbo de la democracia en Colombia.