Julieta Ortega ha desnudado el alma de su familia, revelando un pacto de silencio que ha permanecido oculto durante años. Su hermano, Martín Ortega, el mayor de los Ortega, se encuentra internado en una clínica psiquiátrica, y su historia ha sacudido a Argentina, convirtiéndose en uno de los temas más comentados en las redes sociales.
En una emotiva entrevista con Puro Show, Julieta habló no como actriz, sino como hermana, desenterrando un dolor que muchos desconocían. “Temí lo peor”, confesó, dejando entrever el abismo al que su familia se enfrentó debido a las adicciones de Martín. A pesar de que el clan Ortega siempre fue visto como una familia sólida y exitosa, detrás de las cámaras se libraba una batalla silenciosa y desesperada para salvar a su ser querido.
La decisión de internar a Martín fue una victoria, un acto de amor en medio de la tormenta. Julieta explicó que su mayor preocupación no era ahora, sino en el pasado, cuando su hermano estaba fuera y consumiendo. “La preocupación era previa”, afirmó con lágrimas en los ojos, recordando el miedo constante de perderlo. “Pensé que se moría como todo adicto”, dijo, una frase que resuena con la dureza de la realidad.
El testimonio de Julieta no solo es un grito de auxilio, sino también un llamado a la reflexión. En un mundo donde la adicción no distingue entre fama y fortuna, su historia resalta la fragilidad de la vida. La familia Ortega ha decidido romper el silencio, mostrando que incluso las familias más queridas sufren y luchan.
Mientras Martín sigue en su proceso de recuperación, Julieta y su familia se mantienen unidas, enfrentando juntos la adversidad. Su valentía para hablar de este tema tan estigmatizado no solo busca visibilizar el dolor, sino también inspirar a otros a compartir sus historias y buscar ayuda. En tiempos donde la frivolidad reina, su mensaje es claro: hablar es un acto de amor.