La Monja 3 continúa la aterradora saga de Valak, la monja demoníaca, que regresa para sembrar el caos en el universo de El Conjuro. La película comienza en la Rumanía de la década de 1960, varios años después de los sucesos de La Monja 2. La Hermana Irene (Taissa Farmiga), quien una vez desterró a Valak, ahora vive recluida, atormentada por los traumáticos recuerdos de sus pasadas batallas con el demonio. Cree que Valak se ha ido para siempre, pero fuerzas siniestras ya están obrando.
La película presenta un nuevo escenario: un convento en Francia que se convierte en el epicentro de una serie de sucesos extraños y aterradores. Las monjas del convento relatan haber visto figuras sombrías, oído susurros en la noche y experimentado posesiones.
En el centro del terror se encuentra una joven novicia que comienza a mostrar signos de un antiguo mal que la domina. Cuando los sacerdotes locales no logran expulsar al demonio, la Iglesia llama a la Hermana Irene, quien, a regañadientes, sale de su escondite para enfrentarse una vez más a su mayor miedo.
Mientras Irene investiga, descubre que el regreso de Valak está vinculado a un artefacto maldito oculto en las profundidades de la cripta del convento: una reliquia que se remonta a los orígenes de su maldad. La película presenta un antiguo ritual conocido como “La Vinculación”, una ceremonia diseñada para contener el poder del demonio. Sin embargo, el ritual nunca se completó, y ahora Valak es más poderoso que nunca, buscando liberarse y sembrar el caos por todo el mundo.
La Hermana Irene se une al Padre Burke (Demián Bichir), quien sobrevivió a su propio encuentro con Valak, para realizar el ritual y sellar al demonio para siempre. La atmósfera de la película es tensa e inquietante, repleta de aterradoras imágenes de Valak acechando en las sombras y alucinantes secuencias de posesión que difuminan la línea entre la realidad y lo sobrenatural.
En un acto final trepidante, el ritual sale terriblemente mal, dando lugar a una aterradora batalla entre la Hermana Irene y Valak. El giro impactante de la película revela que Valak ha estado manipulando los acontecimientos todo el tiempo, preparando el escenario para un caos aún mayor en el Universo Conjuring.