**Título: La Presidenta Boluarte en el Vaticano: ¿Una Oportunidad de Redención?**
La presidenta Dina Boluarte ha conseguido luz verde del Congreso para emprender un viaje al Vaticano, donde se reunirá con el nuevo Papa, León XIV, en un momento de intensa controversia política. Esta autorización, aprobada por 63 votos a favor, 34 en contra y dos abstenciones, se produce tras un intenso debate que refleja la polarización en el país.
Boluarte, que partirá el 16 de mayo y regresará el 19, asistirá a la ceremonia de inicio del pontificado del primer Papa peruano. La urgencia de este viaje ha suscitado reacciones diversas, desde el apoyo de algunos congresistas hasta las críticas de otros que cuestionan su pertinencia en un contexto donde la popularidad de la presidenta se encuentra en niveles críticos. Con un 2% de aprobación a nivel nacional, la pregunta es: ¿puede este viaje ser un punto de inflexión para su imagen?
El debate en el Congreso fue candente, con algunos legisladores argumentando que la presidenta debería aprovechar la ocasión para abordar las preocupaciones sociales que afectan a la población más vulnerable del país. Otros, sin embargo, expresaron su escepticismo, sugiriendo que el viaje podría ser un intento de distracción ante la falta de resultados tangibles en su gestión.
El hecho de que el Papa León XIV sea de origen peruano añade un matiz especial a la visita, convirtiendo la ceremonia en un evento de gran simbolismo. Algunos congresistas ya están haciendo planes para unirse a la delegación, buscando posicionarse favorablemente ante la opinión pública. El viaje podría, entonces, ser tanto una oportunidad de reconciliación como un terreno fértil para la crítica.
Mientras el reloj avanza hacia la fecha del viaje, la atención se centra en lo que Boluarte podrá presentar en su encuentro con el Papa y si esta visita logrará suavizar las tensiones políticas en Perú. Con la mirada del mundo puesta en su viaje, la presidenta tiene ante sí una oportunidad crucial para redefinir su legado. ¿Logrará Boluarte salir de este viaje con una nueva narrativa, o será solo otro capítulo en la turbulenta historia política del país?