GROSSE ANSPANNUNG en FERRARI tras el FILTRADO de datos DECEPCIONANTES del SF-25
Maranello está en crisis. El SF-25, más que un simple fracaso técnico, se ha convertido en un reflejo desgarrador de las esperanzas de una afición que soñaba con un renacer. A medida que el equipo busca urgentemente un punto de inflexión, se enfrenta a la amarga realidad de un auto impredecible que no ofrece consistencia en su rendimiento. La llegada de Loig Serra como nuevo director técnico no ha podido cambiar el rumbo de un proyecto que ya estaba en una etapa avanzada, pero que carece de una base sólida para el futuro.
Los problemas son evidentes: en curvas lentas, el SF-25 carece de tracción, y aunque ha mostrado mejorías en curvas rápidas, esto sacrifica su equilibrio general. Esta situación ha llevado a Ferrari a ser superado por Williams en la pista, una humillación técnica que ha encendido la frustración en Maranello. Los ingenieros han admitido que las actualizaciones introducidas en Baréin no han tenido el efecto deseado, y el auto sigue siendo un desafío constante para Charles Leclerc y Carlos Sainz, quienes luchan con un comportamiento errático que los obliga a corregir constantemente su conducción.
El Gran Premio de Imola se perfila como un posible punto de inflexión, pero las expectativas deben ser moderadas. Las modificaciones planeadas son menores, y el verdadero cambio se espera en el Gran Premio de España, donde se implementarán controles nuevos que podrían beneficiar a Ferrari frente a sus competidores. Sin embargo, la presión es alta: el próximo gran premio será una prueba decisiva para determinar si el equipo seguirá invirtiendo en el SF-25 o si cerrará el capítulo 2024 para concentrarse en 2026.
La situación es crítica y el tiempo apremia. Con McLaren y Mercedes avanzando, y Red Bull siempre al acecho, Ferrari se encuentra atrapado entre un presente incierto y un futuro que necesita urgentemente ser redefinido. La lección del SF-25 es clara: los compromisos han fracasado. Maranello necesita coraje, decisiones audaces y, sobre todo, una visión clara que no esté dominada por la presión mediática. La cuenta atrás ha comenzado, y la pregunta clave es: ¿cuánto está dispuesto a arriesgar John Elkann para ver a Ferrari triunfar nuevamente? La revolución en Ferrari no puede esperar.