Un giro impactante en la violencia que sacude San Francisco de Macorís se ha revelado tras la declaración del hombre conocido como “Alias 38”, quien confiesa haber matado a “Ricardito” en una cabaña. En una entrevista explosiva, 38 relata cómo una aparente invitación amistosa se convirtió en una trampa mortal.
El suceso, que tuvo lugar hace dos semanas, comenzó cuando “Lil Picúa” contactó a 38, alegando que tenía muchos enemigos y necesitaba un lugar seguro para relajarse. Sin embargo, lo que parecía ser una reunión informal se tornó en un emboscada. Al llegar a la cabaña, 38 se encontró con cuatro hombres armados que lo esperaban en el baño. “Me dispararon sin piedad”, asegura, mientras muestra las heridas de bala que sufrió en el ataque.
Según su relato, el conflicto con “Ricardito” se originó por un enfrentamiento previo donde le quitaron su cadena. “Ellos son de Yugamba, no son de nuestro barrio”, aclara 38, mientras sostiene que la invitación de Lil fue un plan deliberado para acabar con su vida. A pesar de la emboscada, logró defenderse y disparar, resultando en la muerte de “Ricardito”.
“Fue en defensa propia”, insiste, afirmando tener pruebas, incluyendo grabaciones y testigos que respaldan su versión de los hechos. La situación ha escalado, dejando a la comunidad en estado de alerta, mientras las autoridades investigan. “Quiero justicia”, clama 38, quien se presenta como víctima de un complot. Este caso revela la creciente inseguridad y los peligros latentes en las calles de San Francisco de Macorís, donde una simple amistad puede ser mortal. La violencia no cesa y la pregunta en el aire es: ¿quiénes serán los próximos en caer en esta espiral de sangre?