**SULINKA PÉREZ ROMPE EL SILENCIO: ‘YO MATÉ AL BURRO DE MI PADRE’**

En una impactante revelación que sacude al país, Sulinka Pérez, hija del icónico artista Roby Pérez, ha confesado que ella fue la responsable de la muerte de Ignacio, el burro que el cantante adoraba. La confesión, hecha en un video de tres minutos, ha desatado un torbellino de emociones y preguntas sobre la compleja relación entre padre e hija y el oscuro rencor que se ocultaba tras las sonrisas.

Mientras el país aún llora la partida del querido Roby, Sulinka se aleja del dolor convencional para revelar una historia de celos y abandono emocional. “No maté a un animal, maté al fantasma de mi infancia”, afirma con frialdad, desnudando un profundo trauma que ha marcado su vida. Desde pequeña, Sulinka sintió que el amor de su padre estaba destinado a Ignacio, convirtiendo al burro en un rival silencioso por el afecto paternal.

La noche del 27 de marzo, tras la muerte de Roby, Sulinka tomó la decisión de envenenar a Ignacio, mezclando veneno con sus zanahorias favoritas. En un acto que mezcla la desesperación y la búsqueda de justicia interna, Sulinka acabó con la vida del animal, un símbolo de su dolor y desamor. La muerte de Ignacio, sin embargo, no trajo la paz que anhelaba; en cambio, dejó un eco de culpa que resuena en su confesión.

La historia ha provocado un debate ferviente en las redes sociales sobre la naturaleza del amor y el abandono. ¿Es Sulinka una criminal o una hija que finalmente se atrevió a romper el silencio? Su confesión deja un rastro de preguntas inquietantes sobre la relación entre el amor mal dirigido y el trauma emocional. La historia de Sulinka y su padre, marcada por un amor desbalanceado, no solo es un relato de traición, sino un grito desgarrador que resuena en la memoria colectiva de un país que aún no se recupera de su ícono perdido.