Terribles noticias sacuden a la familia real española: el rey Felipe VI llora la muerte de su primo, Juan Gómez Acebo, en un conmovedor funeral que ha detenido el tiempo. Con lágrimas en los ojos, el monarca hizo un desgarrador llamado: “¡No lo entierren, por favor!” Su súplica resonó en el aire, reflejando el profundo dolor que siente por la pérdida de un hombre que dedicó su vida a la monarquía y a los valores que esta representa.
Juan Gómez Acebo, fallecido a causa de un cáncer, fue incinerado en una ceremonia íntima sin la presencia de sus familiares más cercanos. La reina Sofía estuvo en la capilla ardiente en Calviá, brindando consuelo a los parientes en un momento de profunda tristeza. Aunque el funeral estaba programado para el 15 de agosto en Madrid, ha sido pospuesto hasta septiembre para permitir que todos los miembros de la familia real puedan estar presentes.
Este cambio inesperado subraya no solo la complejidad de los compromisos oficiales, sino también la intensidad del duelo que siente la familia real. Felipe VI, quien se encontraba en Santo Domingo por compromisos previos, ha dejado claro que no quiere que se lleven a cabo los actos fúnebres sin su presencia. Su clamor es un grito de un hombre que enfrenta una pérdida irreparable, un hermano que se ha ido y que siempre será recordado por su dedicación y amor a la monarquía.
La conmoción en Zarzuela es palpable y el luto se siente en cada rincón. La familia real atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia reciente, y el pueblo español se une en solidaridad, enviando mensajes de apoyo al rey Felipe VI en este trágico momento. La ausencia de Juan Gómez Acebo deja un vacío inmenso, y solo el tiempo podrá brindar algo de consuelo a un corazón destrozado.