La princesa Leonor ha tomado una decisión impactante que sacude los cimientos de la Casa Real española. Durante la gala de los Premios Princesa de Girona 2025, celebrada en el Gran Teatro de Lisó en Barcelona, la joven heredera no solo deslumbró con su discurso en catalán, sino que también dejó claro su posicionamiento al excluir a su abuela materna, doña Paloma Roca Solano, del evento. Esta acción ha generado un torrente de reacciones en el ámbito real y entre los ciudadanos.
Leonor, acompañada por sus padres, los reyes Felipe VI y Letizia, y su hermana Sofía, se presentó con una humildad y determinación que sorprendió a todos. Su discurso, fluido y emotivo, abordó la importancia de los premiados y la cultura catalana, reflejando su preparación como futura reina. Sin embargo, la verdadera controversia surgió detrás del telón: la reina Sofía, abuela paterna de Leonor, no fue invitada, y la princesa decidió que su abuela materna tampoco debía asistir. Este movimiento ha sido interpretado como un intento de evitar favoritismos en un evento que simboliza la unidad de España.
Fuentes cercanas a la Casa Real sugieren que Leonor busca establecer un nuevo estilo dentro de la familia real, marcando una línea clara entre lo institucional y lo familiar. Su capacidad para tomar decisiones difíciles, junto con su dominio del catalán y su sensibilidad artística, la posicionan como una figura admirada y cada vez más independiente.
El mensaje final de Leonor en catalán, donde reafirmó su compromiso con un camino de conciencia y ética, dejó a todos preguntándose: ¿Está la princesa lista para liderar y representar a las nuevas generaciones? La atención ahora se centra en las repercusiones de su decisión y en cómo esta podría redefinir su rol en la monarquía española.