Carlos Reinoso FINALMENTE rompe su silencio, dejando al mundo CONMOCIONADO.

El fútbol mexicano está conmovido por una confesión que nadie esperaba. Carlos Reinoso, el “Maestro”, ídolo eterno del América y leyenda viva del deporte latinoamericano, ha decidido contar la historia que ocultó durante décadas: su lucha contra una adicción que casi lo llevó a la tumba.

En una entrevista estremecedora, el exjugador chileno reveló que durante los años dorados de su carrera —cuando todos lo admiraban por su talento, su liderazgo y su carácter indomable— vivía en secreto una pesadilla. “Consumía hasta 20 dosis de cocaína al día”, confesó. “Llegó un punto en el que ya no sabía si jugaba por pasión o por supervivencia.”

Lo que comenzó como “una distracción” en fiestas de lujo, con empresarios, modelos y políticos de la época, terminó convirtiéndose en una cadena mortal. “Había noches en las que no dormía, y al día siguiente jugaba como si nada. Nadie sospechaba nada… hasta que mi cuerpo empezó a colapsar.”

Reinoso recordó un episodio que marcó el inicio de su caída: una noche en un hotel de la Ciudad de México, donde sufrió una sobredosis antes de un clásico contra Chivas. “Sentí que el corazón se me detenía. Vi todo negro. Pensé: ‘aquí se acabó el Maestro’.”

Carlos Reinoso

Pero el verdadero punto de quiebre llegó años después, ya como entrenador. En un servicio religioso, mientras escuchaba un sermón sobre la culpa y el perdón, se desplomó en medio de la iglesia. “Llevaba un paquete de cocaína en el bolsillo. Me puse de pie, lo tiré al suelo y dije: ‘¡Hasta aquí!’”, relató con lágrimas en los ojos.

Sin embargo, la lucha no terminó ahí. Hubo recaídas, traiciones y noches interminables de soledad. Fue el empresario Juan Antonio Hernández quien finalmente intervino, al descubrirlo al borde del colapso. “Me dio dos opciones: la clínica o el cementerio. Elegí vivir.”

Durante un mes de rehabilitación, Reinoso enfrentó sus demonios. “Temblaba, sudaba, gritaba… pero cuando abrí los ojos un día y vi la luz del sol, supe que había vuelto a nacer.”

Hoy, a los 79 años, Reinoso mira atrás y reconoce que su peor rival nunca fue un equipo, sino él mismo.

Carlos Reinoso - Juanfutbol

“La cocaína me quitó amigos, amor y respeto… pero no me quitó el alma. Y eso fue suficiente para empezar de nuevo.”

Su historia se ha convertido en un testimonio de redención y esperanza. En sus charlas con jóvenes futbolistas, advierte con la voz firme del que estuvo al borde del abismo:

“Las drogas no te hacen más fuerte. Te roban la vida mientras crees que estás ganando.”

⚽ Hoy, el Maestro Reinoso vuelve a ser inspiración. No solo por sus hazañas en la cancha, sino por haber ganado el partido más difícil de todos: el de su propia vida.