**LA CAÍDA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL A MANOS DE PETRO: EL FIN DE LA DEMOCRACIA**
La democracia colombiana se encuentra al borde del abismo. Este miércoles, el Senado de la República decidirá el futuro de la Corte Constitucional al elegir a un nuevo magistrado que reemplazará a José Fernando Reyes. La candidata del gobierno, María Patricia Balanta, podría ser la clave para que Gustavo Petro controle la Corte con una mayoría de cinco a cuatro magistrados, lo que transformaría la balanza de poder en el país.
Con cuatro magistrados afines al gobierno ya en funciones, la elección de Balanta podría sellar el destino de la democracia colombiana. Los ecos de Venezuela resuenan en el aire, mientras los colombianos se preparan para lo que podría ser un golpe devastador a la independencia judicial. Petro, astuto y calculador, ha tejido una red de influencias que le permitiría perpetuarse en el poder, desdibujando las líneas entre el gobierno y la justicia.
Las alarmas han sonado en todo el país. La elección de Balanta no es solo un nombramiento; es una amenaza directa a la Constitución de 1991. La presión ejercida por Petro sobre los congresistas ha sido evidente, amenazando con consecuencias si no apoyan su candidata. La manipulación del Congreso ha alcanzado niveles alarmantes, y el temor a una reelección arbitraria o a la anulación de elecciones se cierne sobre el futuro del país.
Con la democracia en juego y la integridad de la Corte Constitucional en riesgo, los senadores deben reflexionar sobre la gravedad de su decisión. Si Balanta es elegida, cada fallo de la Corte estará manchado por la sospecha de corrupción y falta de independencia. La ciudadanía observa con preocupación, y la pregunta es clara: ¿permitiremos que el país caiga en manos de un régimen autoritario?
Este miércoles, Colombia debe estar atenta. La elección de María Patricia Balanta es más que un simple cargo; es un punto de inflexión que podría definir el rumbo del país por años. La democracia está en riesgo, y la hora de actuar es ahora.