¡ESCÁNDALO EN BARRANQUILLA! El Estadio Metropolitano se convirtió en el epicentro de una controversia política inesperada durante el partido de clasificación al Mundial entre Colombia y Bolivia. Daniel Quintero, exalcalde de Medellín, acorralado por 43 cargos de corrupción, utilizó el fervor deportivo para lanzar un mensaje contundente a favor del presidente Gustavo Petro. En medio de gritos de aliento por la selección, Quintero se unió a un grupo de simpatizantes que desplegaron una bandera con la frase “Fuerza Petro”, desatando una ola de reacciones en las redes sociales.
La escena, lejos de ser un mero acto de apoyo, plantea serias interrogantes sobre la intención de Quintero. ¿Es un genuino respaldo a Petro o una maniobra para desviar la atención de sus propios problemas legales? En un momento donde la pasión del fútbol debería unir a los colombianos, Quintero introdujo un debate político que muchos consideran inapropiado en un evento deportivo.
En su cuenta de X, Quintero criticó a quienes han utilizado el mismo escenario para manifestar su descontento con el gobierno, señalando que aquellos que gritan “fuera Petro” provienen de una élite económica desconectada de la realidad del pueblo colombiano. Este gesto, en un contexto donde enfrenta graves acusaciones de corrupción, sugiere una estrategia de rebranding personal en un momento de crisis.
La situación se intensifica al recordar que Quintero está bajo la lupa de la justicia por casos de corrupción que involucran montos astronómicos y que han sacudido la opinión pública. Mientras el país se encuentra dividido, su aparición en el estadio y el uso del fútbol como plataforma política encienden un debate sobre los límites entre deporte y política. Este episodio no es solo un grito en las gradas; es un reflejo de la polarización que vive Colombia. ¡La tensión está en el aire!