El Rey Felipe VI ha sido objeto de una inesperada y humillante situación en un acto real en La Zarzuela, donde su esposa, la Reina Letizia, rompió con los protocolos establecidos, dejando a todos los presentes atónitos. Este incidente ocurrió el 27 de junio, durante un encuentro formal con Charles Rifkin, presidente de la Motion Picture Association, que fue capturado por los fotógrafos.
Mientras la Reina Letizia lucía un elegante atuendo veraniego, la atención se desvió rápidamente hacia un momento incómodo: en un intento por evitar la diferencia de estaturas entre ambos, Doña Letizia exigió al Rey que se sentara a su lado para las fotografías. Sin embargo, lo que parecía un gesto cariñoso se tornó en un verdadero escándalo cuando, en medio de la reunión, la Reina tiró del blazer del monarca, interrumpiendo el evento para que la acompañara a un posado. Este acto no solo quebró el protocolo, sino que dejó a Felipe VI visiblemente incómodo ante las cámaras.
La situación ha suscitado un torrente de reacciones entre los seguidores de la monarquía española, quienes han expresado su preocupación por la dinámica de la pareja real. A pesar de los esfuerzos de la Reina Letizia por mantener una imagen positiva en los eventos culturales, este incidente ha puesto en evidencia las tensiones que parecen aumentar entre ambos.
Los analistas están a la expectativa de cómo este episodio impactará la percepción pública de la monarquía y la relación entre el Rey y la Reina. La imagen del Rey Felipe VI, ya marcada por rumores de crisis matrimonial, se ha visto aún más comprometida, y muchos se preguntan si podrá superar este nuevo desafío en su vida personal y pública.
La presión sobre la pareja real es palpable, y la incertidumbre sobre su futuro matrimonial se intensifica. Mientras tanto, el Rey necesita el apoyo del pueblo español en estos momentos difíciles.