**Título: Crisis en Bucaramanga: La Promesa de Petro que Dejó a los Abuelos en la Espera**
El pasado 29 de agosto, Bucaramanga se convirtió en el escenario de un escándalo que ha puesto en jaque la credibilidad del gobierno de Gustavo Petro. Miles de adultos mayores, con bastones y esperanzas, se agruparon bajo el sol y la lluvia durante más de cuatro horas, aguardando la llegada del presidente, quien prometió un anuncio crucial para su bienestar. Sin embargo, la espera se tornó en frustración cuando el mandatario no apareció a la hora estipulada.
El evento, que prometía cambiar la vida de tres millones de colombianos, se convirtió en un símbolo de desorganización y desdén hacia un sector de la población que a menudo se siente ignorado. Mientras los abuelos luchaban contra el cansancio y la inclemencia del clima, en Bogotá se libraba una feroz batalla entre el gobierno y la Corte Constitucional, lo que planteó interrogantes sobre la atención del presidente en un momento crítico.
La ausencia de comunicación oficial por parte de la Casa de Nariño durante la larga espera solo intensificó la indignación. La ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, intentó mantener el ánimo de los asistentes, pero sus mensajes en redes sociales resonaron como un intento de disfrazar la desconexión entre el gobierno y la realidad de los ciudadanos.
Finalmente, Petro llegó y anunció la expansión del programa Colombia Mayor, un alivio para muchos, pero sin abordar las razones de su tardanza. Este episodio no solo refleja la lucha por un cambio social, sino también las tensiones políticas que marcan el gobierno de Petro, donde la lucha por la reforma pensional se entrelaza con la falta de respeto hacia el tiempo de los ciudadanos.
La imagen de los adultos mayores esperando bajo la lluvia quedará grabada en la memoria colectiva como un recordatorio de que, en política, la forma de actuar es tan vital como el contenido de los anuncios. La confianza ciudadana se construye no solo con promesas, sino también con respeto y puntualidad. ¿Fue esta espera un precio a pagar por un anuncio significativo o una falta de consideración hacia quienes más lo necesitan? El tiempo lo dirá, pero el eco de esta jornada resuena con fuerza en el corazón de Colombia.