**GRINGOS IMPUTARÁN CARGOS A PETRO POR APOYAR A MADURO**
En un giro explosivo de los acontecimientos, el presidente colombiano Gustavo Petro se enfrenta a la posibilidad de ser imputado por la justicia de Estados Unidos debido a su presunto apoyo a la dictadura de Nicolás Maduro y su conexión con el cartel de los soles. La acusación proviene del congresista republicano Carlos Jiménez, quien sostiene que Petro ha colaborado abiertamente con una organización narcotraficante, poniendo en riesgo la seguridad nacional.
A medida que se intensifican las tensiones en la frontera entre Colombia y Venezuela, Petro ha ordenado el despliegue de 25,000 efectivos en una zona binacional, lo que ha despertado alarmas sobre una posible militarización conjunta con el régimen chavista. Jiménez desafió a Petro a desmentir públicamente a Diosdado Cabello, quien ha afirmado que existe una negociación directa entre ambos gobiernos para combatir el narcotráfico, sugiriendo que esta alianza podría tener repercusiones devastadoras para Colombia.
Las implicaciones son enormes: si se confirma la colaboración de Petro con el cartel de los soles, Estados Unidos podría actuar de manera contundente, una acción que podría desatar un escándalo de proporciones colosales en el país. La situación se complica aún más con el creciente descontento en la región y la presión internacional sobre el régimen de Maduro, considerado narcoterrorista por Washington.
El tiempo corre para Petro, quien, al apoyar abiertamente a Maduro, está jugando con fuego. Las advertencias de los políticos estadounidenses son claras y contundentes: cualquier prueba de complicidad con el régimen venezolano podría llevar a cargos criminales en su contra. En este contexto de incertidumbre y peligro, el futuro político de Petro pende de un hilo, mientras la comunidad internacional observa con atención cada movimiento en esta crisis que podría redefinir la relación entre Colombia y Venezuela.