¡ESCÁNDALO EN LA POLÍTICA COLOMBIANA! Francia Márquez, la vicepresidenta del país, ha hecho una confesión explosiva que sacude los cimientos del gobierno de Gustavo Petro. En una entrevista reciente, Márquez reveló que “vivía mejor” antes de asumir su cargo, describiendo su experiencia en el poder como un verdadero “sufrimiento”. Esta impactante declaración no solo pone en tela de juicio la narrativa del “cambio” prometido, sino que también expone las profundas cicatrices personales que ha dejado su ascenso político.
La vicepresidenta habló sin tapujos sobre el dolor de alejar a su familia de su hogar en Cauca y la hostilidad que ha enfrentado desde que llegó al poder. En un desgarrador relato, Márquez compartió cómo su madre, afectada por la violencia política, le reprochó su decisión de involucrarse en un mundo que ha convertido su vida en un “infierno”. Este testimonio revela el alto costo emocional que conlleva ser una figura pública, especialmente para una mujer negra en un entorno tradicionalmente excluyente.
Márquez también se enfrentó a la burocracia del gobierno y a tensiones internas, incluyendo su difícil relación con Laura Sarabia, exjefa de gabinete. La vicepresidenta no se detuvo ahí; criticó al presidente Petro por comentarios que, según ella, menospreciaron su lucha contra el racismo, tocando una herida que aún está abierta.
En medio de la controversia, su mensaje es claro: el poder tiene un precio. Su historia es un recordatorio brutal de que detrás de cada decisión política hay seres humanos con anhelos, temores y sacrificios. Con esta confesión, Márquez no solo desafía las estructuras del poder, sino que también invita a la nación a reflexionar sobre el verdadero significado del cambio. La pregunta queda en el aire: ¿vale la pena el costo personal por un cambio real? La voz de Francia Márquez resuena con fuerza, y su valentía podría ser el catalizador de una transformación necesaria en Colombia.
