**HISTORIAS TERRORÍFICAS EN LUGARES DE TRABAJO: UNA NOCHE DE PÁNICO EN LA OFICINA DE CIUDAD DE MÉXICO**
En una inquietante noche en la Ciudad de México, Lautaro y su compañera vivieron una experiencia aterradora que los ha dejado marcados para siempre. Mientras trabajaban en una oficina casi desierta, el silencio se rompió cuando la puerta se abrió misteriosamente, activada por un sensor biométrico, revelando que no había nadie al otro lado. El pánico se apoderó de ellos al darse cuenta de que estaban completamente solos, rodeados de cubículos de vidrio que parecían observarlos.
La tensión aumentó cuando Prim, tras cerrar la puerta principal, escuchó pasos acercándose. La adrenalina corrió por sus venas mientras ambos decidían huir escaleras abajo, sintiendo una presencia que los seguía. El guardia de seguridad, al ser informado, reveló que él también había escuchado ruidos extraños en el pasado, intensificando el terror de Lautaro y Prim. Desde aquella noche, la leyenda de la puerta que se abría sola y los ecos de pasos en los pasillos se convirtió en un tema recurrente entre los empleados.
La historia se oscurece aún más cuando un antiguo trabajador revela que un hombre desapareció en el mismo edificio años atrás, aumentando la inquietud en el ambiente laboral. A pesar de la instalación de cámaras de seguridad, los fenómenos continuaron: puertas que se abrían solas y sombras que se movían sin explicación. Lautaro, aunque escéptico, no pudo evitar recordar aquella noche aterradora.
En Guadalupe, Nuevo León, Jairo Navarro también compartió su experiencia escalofriante en una tienda. Tras escuchar ruidos extraños, se encontró con una figura fantasmal que lo llevó a pedir un cambio de turno. La tienda, ahora cerrada, permanece como un recordatorio de que lo desconocido puede acechar en cualquier lugar.
Estas historias nos recuerdan que en nuestros lugares de trabajo, el miedo puede ser tan real como el trabajo mismo. Si alguna vez has sentido que no estás solo, quizás no estés tan equivocado.