**UN CARPINTERO VENDIÓ JUGUETES DURANTE LA PEOR CRISIS ECONÓMICA | HISTORIA DE LEGO**
En medio de la devastadora Gran Depresión de 1929, un carpintero danés, Ole Kirk Christiansen, transformó su infortunio en una revolución en la industria del juguete. Mientras el mundo sucumbía al hambre y la pobreza, él encontró una chispa de esperanza en la madera de su taller, creando juguetes que cambiarían el rumbo de su familia y del entretenimiento infantil.
La crisis económica había arrasado con los pequeños negocios, y la carpintería de Ole no fue la excepción. Despedido de sus empleados y enfrentando la pérdida de su esposa, la desesperación lo impulsó a innovar. Junto a su hijo Gottfried, comenzó a fabricar juguetes de madera, ganando rápidamente la reputación de ofrecer calidad en un mundo en ruinas. Sin embargo, un mayorista en quiebra casi acaba con su sueño, obligándolo a vender de puerta en puerta.
En 1935, Ole decidió enfocarse exclusivamente en los juguetes, y así nació la marca LEGO, un juego de palabras danesas que significa “jugar bien”. Con el tiempo, los juguetes de LEGO evolucionaron de madera a bloques de plástico, gracias a una innovadora máquina que permitía la creación de piezas encajables. Este giro no solo revolucionó el juego, sino que también desató la creatividad de millones de niños alrededor del mundo.
A pesar de los desafíos, incluyendo la Segunda Guerra Mundial y un incendio devastador, LEGO prosperó. La compañía se expandió internacionalmente, convirtiéndose en un ícono cultural y generando un impacto significativo en la economía danesa, representando un 1% de su PIB en los años 70.
Hoy, LEGO es más que un simple juguete; es un símbolo de resiliencia y creatividad. La historia de Ole Kirk Christiansen es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la innovación y la perseverancia pueden dar lugar a un legado que perdura a través de las generaciones.