**Rusia no necesita desplegar misiles en Venezuela. Puede llegar a EEUU sin problema, advierte Manjón**
En un giro alarmante de los acontecimientos, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha declarado que Rusia tiene la capacidad de alcanzar territorio estadounidense sin necesidad de desplegar misiles en Venezuela. Esta afirmación, hecha en medio de crecientes tensiones entre Moscú y Washington, subraya la escalofriante realidad de la situación geopolítica actual.
Mientras el mundo observa, la retórica nuclear se intensifica. Peskov ha instado a la cautela, pero las palabras de Donald Trump han añadido una capa de incertidumbre. Con el anuncio de la producción en masa de los misiles Ornic, Rusia se posiciona como un actor formidable en el tablero global. Estos misiles, que poseen un potencial destructivo casi nuclear, refuerzan la capacidad ofensiva y defensiva de Rusia, colocándola en una posición de poder frente a las amenazas provenientes de Europa y Estados Unidos.
A medida que las potencias occidentales se sienten cada vez más acorraladas, la posibilidad de un conflicto militar se cierne sobre el horizonte. La incapacidad de Europa para movilizar un ejército significativo y la dependencia de Estados Unidos para cualquier acción militar son factores que complican aún más la situación. Mientras tanto, las advertencias de ataques de falsa bandera por parte de inteligencia británica añaden un nivel de peligro inminente a la crisis.
Los analistas sugieren que Rusia debe actuar rápidamente para mantener la confianza de su población, que se siente amenazada por las provocaciones estadounidenses. La presión sobre el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, se intensifica, y la situación se vuelve cada vez más volátil. En este contexto, la posibilidad de una guerra, ya sea nuclear o convencional, podría tener repercusiones devastadoras, especialmente para Europa, que se encuentra atrapada en una red de intereses estadounidenses.
La comunidad internacional observa con ansiedad, preguntándose si este juego de poder culminará en un conflicto abierto. La situación es crítica y cada movimiento cuenta. La paz parece más frágil que nunca.