El presidente Gustavo Petro ha desestimado la masiva manifestación de mineros en Boyacá, que ya lleva más de 48 horas y ha bloqueado vías vitales en el departamento. Más de 4,000 trabajadores del sector minero y paramero exigen al gobierno nacional el cumplimiento de acuerdos que permitirían la reactivación de la economía local, particularmente la operación de las plantas generadoras de energía que llevan meses inactivas.
Los puntos de bloqueo se extienden por varias localidades, incluyendo Venta Quemada y Sogamoso, causando enormes trancones y afectando a miles de viajeros. La situación ha llevado a la Cámara de Comercio de Duitama a alertar sobre un posible desabastecimiento de alimentos, mientras que sectores como el agrícola y el de salud sufren pérdidas significativas. La secretaria de Minas de Boyacá ha advertido que la falta de acceso a las vías está generando conflictos entre campesinos y mineros, complicando aún más la crisis.
Mientras tanto, el presidente Petro se ha manifestado en redes sociales, afirmando que “bloquear Boyacá no resolverá el problema del carbón” y defendiendo la necesidad de una transición energética. Sin embargo, la presión sobre el gobierno aumenta, ya que se reporta una muerte trágica en Cundinamarca, donde un hombre no pudo llegar a tiempo a un centro asistencial debido a los bloqueos.
En medio de esta crisis, se ha convocado a una reunión urgente con ministros y alcaldes para intentar alcanzar acuerdos. La tensión es palpable, y los mineros están decididos a no ceder. “¿De qué vamos a vivir?”, claman, mientras la incertidumbre y el descontento crecen entre la población afectada. La situación en Boyacá se torna crítica, y todos los ojos están puestos en cómo el gobierno responderá a esta emergencia.