**Monómeros: Colombia acelera compra estratégica mientras esquiva sanciones de Estados Unidos**
En un giro inesperado y urgente, el gobierno colombiano ha intensificado sus esfuerzos para adquirir Monómeros, una clave empresa productora de fertilizantes, en medio de tensiones geopolíticas y el riesgo de sanciones estadounidenses. Desde la reunión del ministro de Minas, Edwin Palma, con Nicolás Maduro el 4 de julio, se ha desatado una serie de negociaciones que podrían redefinir la seguridad alimentaria en Colombia.
En las últimas horas, Colombia y Venezuela firmaron un acuerdo de confidencialidad para intercambiar información sobre la compañía, un movimiento que podría ser crucial para determinar su valor real. Monómeros, que provee aproximadamente el 15% de los fertilizantes en Colombia, ha visto caer sus ingresos en los últimos años y genera alrededor de 600 empleos directos. La compra, impulsada por la necesidad de evitar la manipulación de precios en el sector, es vista como una jugada política para estrechar lazos entre ambos países.
Sin embargo, la sombra de las sanciones de Estados Unidos se cierne sobre este acuerdo. La administración Biden debe otorgar una licencia para que la transacción se concrete, y la falta de autorización podría acarrear graves consecuencias para Colombia. Mientras tanto, el ministro Palma se prepara para visitar Monómeros en Barranquilla, buscando información interna que podría ser determinante para la negociación.
La pregunta que flota en el aire es: ¿puede Colombia permitirse esta compra en medio de una crisis fiscal? Los expertos advierten sobre la precariedad de los recursos y la incertidumbre que rodea a la economía nacional, lo que añade una capa de complejidad a esta ya delicada situación. La decisión de adquirir Monómeros no solo tiene implicaciones económicas, sino que también podría alterar el equilibrio político en la región. Con el tiempo corriendo en contra, el futuro de esta negociación se vislumbra incierto y lleno de desafíos.